Ontiyent: TRAMO 5, ETAPA 4, CAMINO DEL CID: LA DEFENSA DEL SUR

A la salida de Xátiva cambian por completo los cultivos, aunque el paisaje continúa siendo el mismo: estrechos valles entre barrancos donde desembocan arroyos de más o menos entidad. Si antes los campos se acotaban por acequias ahora es raro verlas. Si acaso,  algún azud que estanca el agua en un tramo bajo del curso y la lleva a las poblaciones próximas. El sendero que conduce a la Cova Negra, en la margen izquierda del río Albaida, esconde, en uno de sus lados, la antigua canalización que llevaba el agua a Xátiva. Se trata de una sucesión de tubos cerámicos sellados con argamasa en las juntas y con amplios registros aún visibles. Por ellos eran introducidos los niños para realizar labores de mantenimiento. Parece que los chavales del siglo VIII eran más dóciles, o menos miedosos que los nuestros. Ver la sección dibujada de la canalización e imaginar a un crío trabajando allí dentro da pavor.


La Cova Negra fue habitamiento humano desde el paleolítico. Allí se encontraron restos de hombres neandertales. El enclave es tan espectacular, está tan dotado para la caza, pesca y recolección que es una pena haber pasado al neolítico,  ocuparnos de la siembra, cuidado y cosecha de los campos año tras año. Existen voces críticas - el célebre historiador Yuval Noah Harari, entre otros- que cuestionan ese paso dado por la Humanidad; se preguntan si nuestros antepasados hicieron bien en plantar una semilla y esperar todo un año para ver qué ocurría con ella. Hoy sabemos qué pasó: la abundancia originó la cultura como resultado del sedentarismo, pero también la especulación, el acaparamiento y la codicia. Se comprueba una vez se deja este lugar idílico.  

De nuevo se suceden olivares y frutales (almendros, caquis, granados, viñedos), en unos terrenos no tan necesitados de riego como los que quedan atrás. Asombra ver, a esta altura de temporada, olivos cargados de aceitunas. En alguna finca hasta han extendido las redes para su cosecha. En cambio, el aceite está carísimo. No resulta difícil pensar en la especulación. 

Monasterio, bobal, tempranillo, macabeo, airen, carmona, sauvignon, garnacha y sirah, ocho variedades de uva en apenas tres hectáreas. Tal vez sea exagerado llamar a la comarca la "Toscana valenciana" como me aseguraron anoche dos personas durante la cena, pero no es menos es cierto que el primor con que los agricultores tratan las viñas podría hacerla merecedora de ese calificativo en breve. 


Después de desandar la ruta un par o tres de veces - que penoso se hace volver sobre los pasos de uno, luego de seis horas caminando- alcanzó por fin Ontiyent. Antes debo atravesar tres kilómetros de polígono industrial: horrible sucesión de naves repletas de trabajadores que huyen en desbandada al sonido de la sirena del viernes.  Esta es la ciudad de España con más empleados en el sector textil: 1522, para ser exactos . Todo tipo de firmas de moda o primeras marcas jalonan la avenida que conduce al centro. También fabrican mantas, colchones, sofás y un sinfín de empresas auxiliares de emplea al socaire de la confección No sólo de cultivos vive el hombre. 

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