La vida en suspenso,jornada 55

Charo López protagoniza Los pazos de Ulloa
Jueves 7 de mayo

Cita matinal con mi novia en un banco frente al mar, sí, parece lo que es: un encuentro cuasi adolescente de dos personas que viven separadas y necesitan al menos, estar a dos metros de distancia compartiendo espacio real, no virtual. No estamos en edad. Parece que el confinamiento aún se prolongará y «no es cuestión de echarlo todo por la borda después de dos meses», nos decimos con la boca pequeña y el deseo grande. No es extraordinario, somos dos entre tantos; incluso compartiendo espacio de confinamiento habrá quién aproveche la circunstancia para levantar aún más su tabique en la cama, ampliar la tierra de nadie en medio de esta. Nosotros, de momento, desde nuestro banco observamos a una manada de delfines que se ha acercado a una restinga próxima para darse un banquete de caballa —a la ría de Vigo, antaño abundantísima en sardina, ya sólo entra la “rincha” o caballa, también llamada “xarda”— mientras apuramos unas latas de cerveza y unas patatas fritas de promoción, compradas en una gasolinera próxima.

Estamos fuera de horario, las 12 del mediodía corresponde a niños con sus padres y ancianos; y es a quienes vemos, aunque no en abundancia: los espacios son amplios y todos convivimos, percibo en cambio cierta mirada reprobatoria en los ojos de una pareja de origen japonés a quienes conozco. Tal vez lo imagino, nos saludamos. Un niño desnudo juega en los charcos de la playa, de pronto se pone en cuclillas y caga sobre la arena, su madre lo limpia con agua de mar y tapa después los restos con una montón de algas. Nada más natural, el niño tal vez conservará un recuerdo de esta extraña mañana en su vida, algún paseante vespertino, también.

Escucho en la radio a un directivo de la empresa Iberdrola —su negocio es el eléctrico, verde en Europa; en Latinoamérica apuestan más por lo tradicional: presas, inundaciones, deforestaciones, grandes movimientos de tierra y personas, ...—, se hace eco de la entrega de gafas, guantes, mascarillas, material de protección frente al virus a Policía Nacional y Guardia Civil; pone en marcha un plan de acción frente al coronavirus en los países donde opera mientras enfrenta una reclamación de 40 millones de euros por inflar el precio de la luz en España entre el 30 de noviembre y el 23 de diciembre de 2017, la noticia es de febrero de este año. ¿Estarán valiéndose de la crisis sanitaria para lavar su imagen? ¡Energético a tus energías!, a poder ser limpias, en todos los aspectos.

También en las “nius”: grupos de deportistas profesionales —autorizados para realizar su práctica deportiva a cualquier hora (es su profesión) y provistos de salvoconducto(!)— son increpados agriamente por sus convecinos, les dicen de todo menos bonitos mientras corretean por la ciudad ganándose la vida, como lo haría un sanitario o un panadero. Nos va la marcha, no hay nada más estimulante que encontrar la paja en el ojo ajeno.

A última hora de la tarde la policía local acude de nuevo a nuestro barrio, quieren saber si nos estamos portando bien y nos mantenemos separados los unos de los otros, debidamente protegidos, por si acaso nos lo recuerdan con un gran rótulo ubicado sobre el coche patrulla: «MANTENGAN LA DISTANCIA DE SEGURIDAD» ¿Irrumpirán en nuestros dormitorios para tomar muestras de zonas húmedas cuando por fin podamos acostarnos unos con otros? Tampoco nadie esperaba desnudarse en un aeropuerto antes de 2001.

En la 2 "requeteponen" los Pazos de Ulloa, enorme reparto de actores míticos con un jovencísimo José Luis Gómez en el papel de cura mojigato. En una escena aparece bañando a un niño en una tina de madera frente a un gran fuego. Perturbador.

Comentarios